miércoles, 16 de febrero de 2011

AL POR MAYOR (I)


Dentro del Partido Popular hay personas singulares, que pueden causar cierta aversión en función de las ideas que uno tenga (es mi caso). Pero en mi opinión, nadie, nadie como la persona de la que me he propuesto hablar hoy.

Porque veamos. Sáez de Santamaría cae mal, pero sin exageración. Con Cospedal el nivel de irritación sube un poco, pero en el fondo uno sabe cumple con su papel y por eso dice las cosas que dice. Zaplana nos retrotrae a todo un mundo de recalificaciones y corrupción urbanística que ocupa Levante entero. Pero su piel permanentemente requemada y el aire jocoso de su mirada causa cierta hilaridad que suaviza la aversión. Reconozcámoslo, hasta podríamos irnos de cañas con él. Javier Arenas es una figura demasiado plomiza, siempre repitiendo dos veces todo, cada mensaje que quiere transmitirnos como si pensase que no somos capaces de retenerlo (y no es precisamente Kant). Rajoy (y creo no ser el único) produce hasta cierta simpatía. No puede ser de otro modo, alguien a quien Jiménez Losantos llama maricón tiene que caer bien. Gallardón nos deja fríos. De Ángel Acebes habría mucho que decir, pero en fin, da pereza... Cristóbal Montoro es una persona extravagante, no hay más que echar un vistazo a algunas de sus declaraciones. Pero tampoco suscita mucho interés. Camps es una especie de malo de película de serie B, en mi opinión no tiene más calado. Ricardo Costa es singular, no puede negarse, pero no deja de ser alguien anécdotico dentro del imaginario popular. Aguirre el problema que tiene es que nos ofusca, nos enfurece, y uno acaba perdiendo los papeles cuando habla de ella. Gritamos, nos salen espumarajos de la boca. Y esto habría que evitarlo en la medida de lo posible. Fraga pertenece no ya a otra época, sino a otro mundo. Y su imagen en Palomares forma ya parte del folclore popular. Y finalmente, Aznar. Aznar es una figura demasiado profunda, su nombre entronca con las raíces de lo peor de la Historia de España (esa explosiva mezcla de soberbia y complejos), hasta llegar a los Reyes Católicos. Digamos que su bigote es un símbolo. Pero sumergirnos en él nos agota. En cierto modo ya está todo dicho de ese personaje, aunque siga habiendo de vez en cuando réplicas del terremoto que supuso, en forma de terroríficas declaraciones.

Pero hay uno que sobresale del resto, un auténtico caso aparte. Un ser autónomo, que vive y piensa por su cuenta, que sigue un ritmo totalmente diferente al resto, no solo de su partido sino tal vez incluso del mundo entero. Con sus propias ideas y su propia concepción de la realidad.

Me refiero a Jaime Mayor Oreja. En su caso, la fascinación gana a todos los demás sentimientos. Sumergirnos en él no produce pereza, todo lo contrario. A uno le gustaría montarse en una especie de nave que, previa reducción del tamaño de nuestros cuerpos a seres microscópicos, nos permitiese viajar por su cerebro, y contemplar de primera mano qué clase de pensamientos lo animan.

Apuesto a que, cada vez que al despacho de Mariano Rajoy en Génova llega un informe con unas nuevas declaraciones de Mayor (las trae un subordinado cariacontecido, que llama quedamente a la puerta), se escucha una pequeña maldición, apenas un susurro porque Mariano es cuidadoso para esas cosas. Pero el gesto con las cejas y la mandíbula (una pequeña parte de su lengua asoma entre los labios contraídos) es inequívoco: está preocupado. Ese hombre es incorregible, seguro que ha vuelto a meter la pata.

Suena la puerta. Entra el encargado de traer los informes con las últimas declaraciones políticas aparecidas en los medios y sí, ahí están (quizá marcadas cada vez con un color específico, azul, o verde o violeta), hay declaraciones de Mayor. Y Rajoy se muerde un labio, en uno de sus gestos característicos, en que las cejas quedan un poco arqueadas y en los ojos aparece una expresión que está a medio camino entre la resignación, la duda, el desconcierto y el vacío más absoluto.

2 comentarios:

  1. Hola de nuevo Gus

    Siguiendo hablando de nuestros amigos del PP ayer escuché unas declaraciones de Rubalcaba en torno a la trama Gurtel: averiguar el número de desempleados que podíamos haber contratado en España” si los implicados del PP en la trama Gürtel no hubieran presuntamente robado.
    La verdad que la cosa está enredada y todavía no se sabe lo que han defraudado pero ya se empieza a estimar que podrán ser cientos de millones…
    Vamos a ver que explicaciones nos dan… va a llegar un momento que ya no van a poder tapar nada, el choriceó se les sale por las cejas…

    Un saludo
    Julio

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  2. Hola Gustavo

    He leído dos posts tuyos y me han encantado, pero sobre todo este. Es como si lo hubiera escrito yo mismo porque pienso y siento igual que tú acerca de esos personajes y especialmente, de ese personaje de orejas barbudas.

    Seguiré entrando por aquí para ver que nos cuentas.

    Un saludo y ¡enhorabuena por el blog!

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